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La palabra litografía proviene del término
griego “lithos” que significa piedra y del término
“grafia” - dibujo -. Por ello, en principio, cuando hablamos de una
litografía nos referimos a una estampación obtenida a partir de
una matriz de piedra.
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La historia de la litografía no deja de ser curiosa.
Todo comenzó una mañana de 1796, cuando el alemán Aloys Senefelder (1771-1843), dramaturgo y músico, escribió la lista de ropa que iba llevarse la lavandera, sobre lo único que tenia a mano, una piedra pulida, con un lápiz graso. Senefelder, quien buscaba un método barato de impresión comercial para difundir sus obras de teatro y sus partituras, experimentó a partir de entonces con aquella y otras piedras, basándose en la sabida falta de
afinidad entre el agua y la grasa y en la técnica del grabado al aguafuerte.
Dos años más tarde, en 1798, Senefelder ha completado todos los pasos de su revolucionario procedimiento, que él denomina "impresión química" y que da a conocer, tras de patentarlo, en el resto de Europa. Dos décadas después, cuando es ya famoso su taller de impresión en Munich, publicará un tratado de divulgación, ahora sí con el nombre de "litografía". |
La litografía es un procedimiento
de impresión mediante el cual se reproduce sobre papel la escritura o el
dibujo, realizado con tinta especial o con lápiz graso, sobre la
superficie de una piedra calcárea, de estructura especial, muy compacta
y homogénea. Esta tiene una forma de placa gruesa, con las dos caras
opuestas paralelas, estando una de ellas muy pulida y con las aristas
rebajadas.
En la litografía se distinguen dos métodos: el calcográfico, en el que es el litógrafo quien escribe o dibuja directamente sobre la piedra, con plumilla de acero, y el
planográfico, en el que el litógrafo "transporta" a la
piedra, invertidos, los dibujos o escritos preparados sobre el papel, con tinta
o lápiz graso (lápiz litográfico).
El proceso de
impresión se basa en la repulsión recíproca entre
sustancias grasas o resinosas y el agua y en la propiedad que tiene la piedra
de retener en cambio tales sustancias grasas. Tras obtener el dibujo sobre la
piedra (directamente o mediante el transporte desde el papel), se humedece con
una esponja la superficie de la piedra y posteriormente se pasa por ella una
rodilla de entintar. Las partes que constituyen el dibujo (grasas), que
han rechazado el agua, retienen la tinta, que es rechazada en cambio por las
partes húmedas de la piedra (espacios no dibujados). Luego se superpone
una hoja de papel, sobre la que se ejerce la presión de un torno o,
modernamente, la de un cilindro de la máquina de imprimir
litográfica, obteniendo el traslado al papel de la capa de tinta que constituye
el dibujo.
La litografía fue inventada en 1796 en Munich por Aloys
Senefelder, que la empleó para imprimir caracteres musicales. Pronto
atrajo la atención de los artistas y ya en 1819 Goya demostraba sus
grandes posibilidades. Floreció en Francia, estableciendo una gloriosa
tradición ininterrumpida desde Géricault hasta Delacroix (que la
empleó para ilustrar el Faust de Goethe), Doré y Gavarni, Daumier
y, más tarde, Bonnard. La litografía en colores (que presupone el
empleo de varias piedras en forma progresiva sobre la misma hoja), inventada
por Chéret, fue llevada a su máximo esplendor por el genio amargo
de Toulouse-Lautrec.
FASES DE LA IMPRESIÓN LITOGRÁFICA |
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1) Se traza el
dibujo con el buril o el lápiz litográfico sobre la piedra
litográfica.
2) Se cubre la
piedra con una fina película de ácido nítrico y goma arábiga, que es rechazada por las partes dibujadas.
3) Se entinta la piedra y solo las partes dibujadas se impregnan con la tinta. 4)Se obtiene la litografía al presionar una hoja de papel contra la piedra |
Grandes y
fecundos litógrafos fueron, en Inglaterra Whistler; en Alemania, Thoma y
Slevogt; en Noruega, Munch, que supo matizar la técnica con nuevas
formas expresivas. El dibujo puede realizarse también sobre un papel
autográfico especial, desde el cual se traslada a la piedra; sin
embargo, hecho directamente sobre esta última resulta más fresco
y permite efectos más delicados y sutiles. De una piedra bien trabajada se puede sacar un número elevadísimo
de ejemplares, pero los artistas imprimen por lo general tiradas limitadas cuyas copias van todas numeradas y firmadas a mano. En el siglo XX, Eduard Munch, Emil Nolde, Matisse y Braque, pero especialmente Picasso, hicieron que la litografía llegara al más alto nivel de expresión y calidad artísticas.
LA
CROMOLITOGRAFÍA Engelmann, hacia 1835, llamó cromolitografía a la técnica de reproducción litográfica en colores. El procedimiento para obtener una cromolitografía o litografía en colores consiste en utilizar una plancha para cada una de las tintas que queramos usar. El artista dibuja la parte correspondiente a cada color en una piedra diferente que después se entintará con el color escogido. Ello
significa que previamente se necesita tener una idea muy clara de la imagen que
se quiere obtener para descomponer el dibujo en estas diferentes partes y
calcular el número de matrices que necesitamos.
Es importante no olvidar
que en el tiraje, de la superposición de dos colores obtendremos un
tercero. Para descomponer el dibujo el procedimiento más sencillo consiste
en hacer el dibujo que se desea en una hoja de papel y, a partir del mismo y
utilizando papel de calco, traspasar a cada una de las piedras el contorno
correspondiente a las zonas de un mismo color. Un grabado de colores de calidad
se caracteriza por una perfecta superposición de las superficies
coloreadas que se obtiene mediante el sistema de registro.
Hoy la piedra ha sido sustituida por materiales más modernos y económicos como el aluminio o el polestireno, que permiten desarrollos muy creativos. Aquí podéis ver el taller de Litografía de Arteleku:
Elkarrizketa / Iñaki Rifaterra en ARTELEKU.
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